Los palestinos que viven en Gaza llevan más de un año soportando una persistente ofensiva israelí, que incluye bombardeos, incursiones terrestres con tanques y soldados, disparos de francotiradores, desplazamientos forzados y condiciones de hambre extrema. Drones armados sobrevuelan constantemente el territorio ocupado, como recordatorio de que ningún lugar en Gaza es seguro y que la muerte puede llegar en cualquier momento. Desde que comenzó la ofensiva, ya han muerto más de 42.000 gazatíes.
Antes del ataque que Hamás llevó a cabo en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, la Franja de Gaza era considerada “la cárcel a cielo abierto más grande del mundo”. Desde 2006, las fuerzas armadas israelíes mantenían sitiada a la Franja, y a sus 2,3 millones de habitantes atrapados allí en condiciones de pobreza. La mitad de la población de Gaza tiene menos de 18 años y ha vivido toda su vida bajo el asedio de Israel, que les ha privado de un acceso adecuado a agua potable, educación, oportunidades de empleo y una alimentación suficiente, además de restringirle su derecho a la libre circulación.
La magnitud de la violencia que Israel, con el pleno apoyo de Estados Unidos, está ejerciendo sobre los palestinos en Gaza no tiene precedentes y es ampliamente considerada como un genocidio en marcha. Uno de los objetivos declarados de Israel ha sido matar al líder de Hamás, Yahya Sinwar, un logro que afirmó haber conseguido el miércoles en Rafah. ¿Aceptará ahora Israel un alto el fuego y volverán a casa los rehenes israelíes retenidos en Gaza? Aparentemente no. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dice que la guerra continuará. Las manifestaciones en Tel Aviv contra Netanyahu, encabezadas por las familias de los rehenes, continúan.
Es difícil obtener información sobre la situación en la Franja de Gaza, ya que Israel ha prohibido el ingreso de periodistas extranjeros. Los periodistas palestinos que se encuentran en Gaza han realizado coberturas extraordinarias, pero Israel ha matado a más de 120 de ellos en el último año.
Algunos de los mejores testimonios de primera mano sobre los horrores que se viven en el enclave palestino provienen de trabajadores médicos extranjeros. El periódico The New York Times publicó esta semana un artículo de opinión titulado “65 médicos, enfermeros y paramédicos: lo que vimos en Gaza”. El autor del artículo, Feroze Sidhwa, trabajó como voluntario durante dos semanas en el hospital Europeo de Jan Yunis, en Gaza. En un fragmento del artículo, Sidhwa expresa:
“Trabajé como cirujano traumatólogo en Gaza del 25 de marzo al 8 de abril. […] Casi todos los días que estuve allí, presencié casos de niños y niñas que habían recibido disparos en la cabeza o el pecho. Prácticamente todos murieron. Trece en total”.
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