Estos recortes afectan los esfuerzos para responder a brotes de enfermedades y crisis humanitarias. 24 millones de personas corren el riesgo de no poder acceder a servicios sanitarios esenciales, más de 2600 instalaciones sanitarias ya han suspendido sus servicios. Además, podría causar retrocesos de 20 años de progresos con enfermedades como el VIH. |