Este libro contiene una reflexión sobre el proceso de aprendizaje como fenómeno humano complejo y enigmático que requiere cuidadosa atención, a lo largo del cual el trabajo de los conocimientos y la relación entre docentes y estudiantes va a configurar a las personas.
Más allá del paradigma moderno que defiende la enseñanza enciclopédica del saber verdadero, y de la performatividad posmoderna que limita el aprendizaje a la eficacia competencial y productiva, este ensayo trata de abrir un espacio de reflexión a una forma de aprendizaje poético que tiene por objeto de estudio las creaciones (poiesis) humanas, conocimientos y artes, expresadas en el lenguaje, pues es ahí donde los humanos han depositado su existencia profunda y han construido el mundo.
La propuesta de una educación poética (creativa) impulsa al aprendiz a observar, leer y escuchar las creaciones de quienes nos han precedido, a dejar que la extrañeza y la distancia crítica se manifiesten, a plantear cuestiones y mostrar inquietudes, al mismo tiempo que estimula el descubrimiento, por mediación del saber, de la realidad humana y la verdad de uno mismo.
En el aprendizaje poético y existencial el estudiante crece a medida que va modificando su persona en el lenguaje, en el ejercicio de la comprensión y la expresión, en las relaciones con los otros y en la experiencia comunicativa: cada persona se crea a sí misma a través de los conocimientos y, a su vez, comienza a crear su propia interpretación del mundo como nueva generación, para formar parte del diálogo con la comunidad humana y emprender una vida autónoma, con el objetivo de habitar el mundo y amar la vida.
La reflexión teórica está aquí acompañada por el relato de historias de vida llamadas «incidencias», situaciones que interrumpen el acontecer habitual del aula y son muy reveladoras del tejido humano y de las contradicciones que envuelven todo lo que pasa en la escuela.
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