Dos soldados murieron y cinco más resultaron heridos tras la detonación de minas artesanales colocadas por un grupo criminal en una zona montañosa de Michoacán, informó este martes el secretario de Defensa, general Ricardo Trevilla.
El incidente ocurrió la mañana del lunes en el municipio de Cotija, en los límites entre Michoacán y Jalisco. Según explicó Trevilla, los militares realizaban un patrullaje de reconocimiento tras recibir informes sobre la presencia de un campamento armado en el área. "En ese momento, un artefacto explosivo improvisado detonó, causando la muerte de dos soldados y dejando a cinco más heridos", detalló el general.
Los soldados heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales cercanos gracias a un helicóptero militar que sobrevolaba la zona, mientras el resto de la unidad continuó con el operativo de reconocimiento.
Antes del ataque, los militares encontraron los restos desmembrados de tres personas en la misma área. Más adelante, se constató que el campamento había sido abandonado. Según el secretario de Defensa, el grupo criminal responsable podría estar vinculado a los Cárteles Unidos, una organización que opera en Michoacán y que se encuentra en disputa territorial con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Trevilla señaló que las minas utilizadas son de fabricación rudimentaria, muy diferentes a las minas antipersonales industriales empleadas en conflictos internacionales. Además, destacó que, aunque el Ejército mexicano no utiliza este tipo de dispositivos, los explosivos improvisados representan un creciente desafío.
El general recordó que, durante la administración pasada, seis militares murieron por explosiones similares en todo el sexenio, y lamentó que este tipo de incidentes sigan ocurriendo.
El uso de explosivos por parte de grupos criminales ha generado preocupación en México. En octubre, un coche bomba explotó frente a una base policial en Guanajuato, hiriendo a tres agentes, mientras otra explosión en el mismo estado causó daños materiales ese mismo día. Estos ataques han intensificado el debate sobre la violencia y la posibilidad de clasificar a los cárteles como organizaciones terroristas, una propuesta que el gobierno mexicano rechaza tajantemente.
Con información de AFP.