El asesinato de Ígor Kirílov, general de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica del Ejército ruso, ha desatado una nueva ola de tensión en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Funcionarios ucranianos han asumido la responsabilidad del atentado, calificándolo como una "operación especial" llevada a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
La madrugada de este martes, un explosivo oculto en un scooter estacionado cerca de su residencia en Moscú el cual estalló cuando Kirílov y su ayudante salían del edificio. La explosión, de una potencia equivalente a unos 200 gramos de TNT, mató instantáneamente a ambos y causó daños a edificios cercanos. La confirmación de este ataque por parte del Comité de Investigación de Rusia ha dado pie a una investigación criminal.
En respuesta al asesinato, altos funcionarios rusos han prometido represalias. Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, advirtió sobre una "venganza inminente" y calificó los ataques de Ucrania como "cobardes". Mientras tanto, Konstantín Kosachev, vicepresidente de la Cámara Alta del Parlamento ruso, prometió que los responsables serían castigados con severidad.
El general Kirílov era conocido por su trabajo en la exposición de crímenes relacionados con las armas químicas y los laboratorios biológicos en Ucrania, lo que le valió una serie de sanciones internacionales. Su muerte se produce un día después de que Ucrania lo acusara de usar armas químicas prohibidas en el conflicto. Por su parte, el Kremlin ha desmentido estas acusaciones.
El asesinato de Kirílov profundiza la crisis en Ucrania, donde el conflicto sigue escalando tras la invasión rusa en 2022, una acción que Rusia justificó por la expansión de la OTAN hacia el este.
Con infromación de HispanTV.