La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, ocurrido hace más de 2.000 años en la ciudad de Belén, Palestina, en lo que hoy es el territorio de Cisjordania, ocupado por Israel. La celebración es a la vez solemne y festiva. La Basílica de la Natividad se erige en el sitio que se considera que fue el lugar de nacimiento de Jesús, un establo donde se cree que el niño recién nacido fue colocado en un pesebre, tal como se representa esa escena en los belenes de todo el mundo. "Cristo entre los escombros" es el nombre que se le dio a uno de esos pesebres, ubicado dentro de la Iglesia Evangélica Luterana de la Natividad de Belén, a pocos pasos de la antigua calle empedrada donde se cree que nació Jesús. En ese particular pesebre, el Niño Jesús, arropado con una kefia —el pañuelo tradicional palestino— reposa sobre una pila de escombros, como símbolo del incesante ataque de Israel contra la población de Gaza. En vísperas de la navidad de 2023, el pastor de esa iglesia, el reverendo Isaac Munther, pronunció un sermón llamado "Cristo entre los escombros", que se viralizó en internet. A casi 450 días del inicio de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, en los que han muerto más de 45.000 palestinos, el sermón navideño que Munther pronunció este año ante los feligreses se tituló "Cristo sigue entre los escombros".
En un fragmento del sermón, Munther expresó: "[El lema] 'nunca más' debería significar un 'nunca más' para todos los pueblos [del mundo]. [Sin embargo], el 'nunca más' se ha convertido en 'una vez más': una vez más la supremacía, una vez más el racismo y una vez más el genocidio. Una vez más, por desgracia, el uso de la Biblia para legitimar la guerra, una vez más el silencio y la complicidad de la Iglesia occidental, una vez más la Iglesia que se alinea con el poder y el imperio".
La información que llega desde Gaza es desalentadora. Israel continúa atacando el devastado sistema sanitario del enclave asediado: ha detonado explosivos controlados a distancia en los alrededores del hospital Kamal Adwan y ha forzado la evacuación de pacientes enfermos y heridos del hospital Indonesio. Las fuerzas armadas israelíes también bombardearon el hospital Al-Awda, una de las principales maternidades de la Franja de Gaza. María, la madre de Jesús, tuvo la suerte de encontrar un establo tranquilo donde dar a luz. En Gaza, los bebés nacen actualmente sin las más elementales condiciones de higiene, sin acceso a agua potable ni a una atención médica apropiada. La mayor parte de la infraestructura agrícola del enclave palestino, incluidos establos y comederos para animales, han sido arrasados de manera sistemática, en lo que la organización Oxfam ha calificado como "las últimas etapas de la limpieza étnica".
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